Wednesday, September 10, 2008

Hace Rato

Ya han pasado varios meses en que posteo muy poco. La verdad que entre la muerte de mi padre, mi pareja y mi trabajo, que es una locura estos días no me doy el tiempo de escribir, pero sinceramente el mayor motivo es porque siento que no me fluye la creatividad.
La muerte de mi padre todavía me tiene medio paralizada de alguna forma, estoy bien y mi vida continua aparentement normal, pero hay algo que todavía no me deja, me quedé con la tristeza colgada al cuello sin ganas de hacer mucho.

Por suerte la presencia de Ali en mi vida es lo que me ha hecho estos meses llevaderos, como es, la vida me quitó a mi papi pero me regaló a mi gran amor. Nuestro viaje juntas a Perú fue super intenso, el primer viaje en el que veía a mis hermanos después de haber salido del clóset, la alegría de estar con ella en mi tierra, pero a la vez el infierno por haber encontrado a mi padre enfermo y todo el sufrimiento que ello causó, pero en medio de toda la locura, nos fuimos a Cuzco en vez de ocho días por tres, viaje que me cayó del cielo porque estuve a punto de cancelarlo, pero definitivamente necesité la energía de esas tierras para sobrevivir lo que se me venía, también nos escapamos a la playa por unas horas un par de veces, en Lima pasaba las mañanas en el hospital con mi padre, almorzaba en casa, regresaba al hospital con ella y nos quedábamos un par de horas, luego salíamos a caminar por las calles de San Isidro, Miraflores y Barranco. Mi único día libre en Lima la subí a la 36 y nos fuimos desde Surco hasta el centro de Lima, que mirabús ni que nada, en ese viaje vimos de todo, una bronca entre pasajero y cobrador por un par de céntimos, la tanganada de gente que sube a vender cachivaches, fue un viaje duro, vi mucha miseria algo que hace tiempo no experimentaba, me sentí culpable de mi suerte, de vivir en una burbuja. En esa caminata por el centro fuimos a la Santa Inquisición, San Francisco, la Plaza de Armas en donde me tomé una chicha de cincuenta céntimos y ella un churro tipo papa rellena por el mismo precio, caminamos por el jirón de la Unión hasta la plaza San Martín y la chicha me hizo sudar frío, ya se imaginan una diarrea brava, en una librería me prestaron un bañito de milagro y me descerebré, a la gringa el churro no le hizo nada.
Por suerte Ali domina el español y mientras yo estaba en el hospital ella hacía sus visitas de rigor, Pachacamac, al museo Larco y otros lugares, la pobre tuvo que enfrentar no solo el stress de conocer a toda mi tribu pero a la vez justo llegar en ese momento de tanto dolor por el que pasaba mi familia. Por suerte mi relación con ella va de lo mejor, estamos tan contentas que ya caemos bomba, pero nos importa un rábano, ya nos tocaba.

12 Comments:

Blogger Blank said...

Tiempo Marea, mas tiempo para dejar ese dolor mas cerca del olvido y finalmente vivir mas tranquila con el recuerdo de tu papi.
Bien por tu solida relacion con Ali, siempre deseandote lo mejor de lo mejor en este loco mundo.

9:24 PM

 
Blogger RacuRock said...

buena suerte.. quien como uds que fueron a peru... yo estoy anclado aqui.. jeje... felicidades y postee mas.. sin roche peee

4:01 AM

 
Anonymous Anonymous said...

Marea, tu sabes que la vida tiene maneras extrañas de buscar su equilibrio, es un fluir constante de situaciones y personas.

Tienes la suerte de estar con alguien que te quiere y con quien has compartido una situación que siempre será de ustedes.

Que bueno leerte.

Nos leemos.

8:16 AM

 
Blogger Jassy said...

Me encanta leerte mas respuesta, aunque es normal que esa herida tarde mucho en cicatrizar. Es bonito saber que tienes al lado a alguien que te complementa perfectamente y que haya compratido contigo esos paseos por Perú y lo haya visto por tus ojos.
Un beso, tiempo al tiempo, no para olvidar, si no para hacer mas llevadera la ausencia.Que sigan tan felices.

10:18 AM

 
Blogger Mars said...

Que chévere que la pasen tan bien !

Siento lo de tu papá :(..

12:17 PM

 
Blogger Acitsonga said...

Me encantan tus posts "extensos" :D
Bien bravas para comer en el Centro de Lima. Me he cagao de risa con lo de la "descerebrada" jajaja, hace tiempo no escuchaba esa palabra para explicar una diarrea.
Abrazo

1:58 PM

 
Blogger Elmo Nofeo said...

Pero como se te ocurre tomarte una chicha en cualquier lugar, o lo que es lo mismo, comerte un cualquier kiosko, salvo que tengas estómago de camionero.

Obvio que el churro no le hizo nada a la gringa, igual hubiera sido con una papa rellena, unos anticuchos o unos rachis, porque estos se frien y de paso se frien los microbios, microbio frito no es dañino.

Te falta calle :).

Por otro lado, es bueno leerte más repuesta.

Saludos.

Por otro lado, que bueno que te encuentres mejor

2:35 PM

 
Blogger Laura Martillo said...

Hola

Me alegra saber que no sólo sobreviviste a esas mareas altas sino que dentro de todo estás en equilibrio y navegando acompañada.

Creo que la filosofía de la gente que se hace junto a la mar puede hacerla mas fuerte y mas paciente a la hora de enfrentar los maretazos, la tormenta y también la calma. Supongo que te debe pasar tambien a ti.


Muchos saludos.

Perdona, pero me cag...de risa con la anécdota de la chicha de a china.

5:30 PM

 
Blogger Patricia said...

Lima, la... Lima




Saludos!

10:16 PM

 
Blogger El perro andaluz said...

Maestra vida camará'...

10:48 PM

 
Blogger Lúdica said...

Jr. de la Union esta cada dia mas decadente ... nada que te ensartaste con la chichaa!

12:04 PM

 
Blogger Blue girl said...

¡Qué bueno leerte in extenso! Cuántas cosas en tan poco tiempo y qué intensas.
Subirse a un micro limeño es una aventura. El otro día hice el recorrido Santa Catalina-Mercado Central con mi hijo y nos tocó el típico pata que acaba de salir de la cárcel y que "no quiere delinquir". A ver, cómo no quitarle la voluntad de ayudar al enano y a la vez enseñarle que este patín tenía más pinta de pastrulo que de ex convicto...

Un abrazo.

11:49 AM

 

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