Monday, April 17, 2006


EL QUERER SER COMO LAS DEMAS - I

Entre mis 19 y 23 años no estuve con ninguna mujer entre mis brazos, todo fueron fantasías y mi constante lucha interna, mi cuerpo y alma gritando por ser correspondida por una de ellas y poder amarnos como lo hacen las parejas de mi edad y mi razón tratando de convencerme de que lo que sentía estaba mal, de que me olvide de esa mierda y conozca a un buen muchacho, ufff fueron años interminables, en los que tuve un par de enamoraditos, hoy el recuerdo me da cólera, pero quería simplemente ser cómo las demás.
Salidita de la secundaria entré a una academia pituca de secretariado de Lima, ¡qué castigo! estar rodeada de mamacitas las que en su mayoría eran blanquitas, habían sus marroncitas pero eran menos agraciadas, mucho más estudiositas y también las mayorcitas, qué coincidencia. Yo era marroncita y quedé en medio de las blanquitas pitucas con las marroncitas responsables, pero en el fondo sin pertenecer a ningún lado, en el limbo de la misma forma en que me sentía por dentro, perdida, sola solita, sin saber de la existencia de alguien como yo, ¿cómo pudo pasarme eso? ¿no poder conocer a nadie como yo?
Al no ser apoyada por mi familia para estudiar arte es que decidí ir a la academia de secretariado y ser así económicamente independiente de forma rápida, no quería engañarme estudiando cualquier carrera que no me gustara. El paso por la academia de secretariado fue doloroso, estábamos obligadas a ir con falda, increíble once meses no sólo de falda también de medias de nylon y zapatitos cojudos de mujer, no sé como aguanté. Creo que la belleza de las chicas me hacían la vida más llevadera y me daban fuerzas para ir, por supuesto tenía crashes en más de una compañera o profesora de clase pero nones, al final me gané el respeto y simpatía de todas. En esas épocas disfrazaba mi lesbianismo amando a voz en cuello a Boy George porque aunque se le veía como a una mujer, en el fondo era hombre así que estaba ok. Desafortunadamente no ligué con nadie de la academia de secretariado que en su mayoría eran mujeres super straight que soñaban con casarse y pronto! sobre todo las pitucas blanquitas que en realidad nunca trabajarían y se dedicarían a cuidar a sus hijos blanquitos pitucos y a vivir la vida de shopping entre Miami y Lima, en fin, por suerte sólo fueron once meses. Acabé con A en todos los cursos a mucha diferencia que en el colegio, aquí en la academia de secretariado nadie me conocía y pude reconstruir mi imagen de ociosa, malograda y altanera por una de buena gente, estudiosa pero un poco rarita.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Excellent, love it! »

5:37 PM

 

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