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Vengo practicando este deporte hace años y voy a la playa todos los fines de semana y si puedo los dos días, el domingo fui con mi brother y el mar estaba mediano, de vez en cuando y de forma sorpresiva entraban sus buenos olones, la playa a la que voy es como una pequeña bahía, a la izquierda las olas son chicas, al centro medianas y a la derecha grandes, con mi bro entramos por el medio, habían hartos surfers, la frecuencia de olas estaba lenta y después de un rato le dije a mi bro, vamos a la derecha que está reventando bien y no hay tanta gente, remamos hasta el lugar indicado cuando de pronto divisamos una olaza y justo estábamos mal ubicados en ese lugar en que ya no puedes ni avanzar ni retroceder porque la ola te va a agarrar de todas maneras, en ese momento no haces más que ver la pared de agua que se acerca amenazante y calcular el momento para zambullirte, caballero no más, que venga lo que venga ya no tienes escapatoria, la clave es relajarse, la ola se nos acercaba y se hacía más grande, la adrenalina a mil, yo pensaba rebienta de una vez ola, porque es peor si te revienta en la pura cabeza, mi bro y yo nos miramos y el olón reventó tipo guillotina como a un metro de donde estábamos, muy cerca, me zambullí y por supuesto la ola me enterró, quisiera tener una cámara para filmarme abajo del agua cuando me revuelcan las olas, literalmente nos sacó la eme, pero cuando uno practica estos deportes ya sabe que los revolcones son gajes del oficio, pero de vez en cuando la ola te castiga bien y te asusta, a la naturaleza hay que respetarla, no llegué a tocar arena por suerte pero me di volantines, azpas de molino y todo lo demás era como estar dentro de una lavadora gigante, finalmente salí tranquila y lo primero que hice fue buscar a mi bro, solo ví su tablita flotando como a tres metros de donde estaba y él nada, yo sabía que él estaba abajo sufriendo, y miraba su tabla mientras se acercaba otro olón a masacrarnos por sergunda vez, finalmente apareció la cabeza de mi bro, estaba con los ojazos que se le salían, y con cara de susto se había quedado sin aire, le dije tranquilo, tranquilo y pum nos reventó la segunda ola el agarró su tabla y trato de correr el chorrazo de un metro de alto yo lo seguí y sobre pucho salimos como dos perros con la cola entre las piernas, la fuerza del chorro me hizo pasar encima de mi hermano, sentí un golpe, pero mi bro ni cuenta se dió, hoy tengo un moretonazo en la pierna, por suerte el chorrazo nos sacó hasta la orilla, finalmente salimos y dijimos ¿mejor regresamos a donde está mas chico no? Hacía tiempo que una ola no nos revolcaba así, nos hizo recordar todos los momentos difíciles que hemos pasado en el mar.

Fotos: Marea, Santa Cruz,CA