No Cocino Nada

Es la pura verdad y no me da verguenza, crecí viendo a mi mamá trompeándose con las ollas y diciéndonos a mi y a mi hermana, no se acerquen pues se convertirán en esclavas de la cocina como yo, yo me tomaba a pecho el comentario y salía volando, no me dignaba ni a pelar una papa, lo sé una rata, pero ya desde chica nunca me llamó la atención cocinar.
Una vez quice hacerme la cocinerita e invité a un grupo de amigos a comer, por supuesto tenía que hacer algo peruano y se me ocurrió hacer papa a la huancaína, pucha madre fue una desgracia no se que tipo de papas compré pero parecían piedras, la salsa se me saló y el stress fue espantoso, desde ese día nunca invito a mi casa a comer, y si lo hago compro comida.
Pero igual tengo mis platitos que únicamente preparo para mi como comprenderán, como por ejemplo lentejas, abro la bolsa y las tiro en una olla con agua, hierven hasta que se ablandan le tiro su par de cubos de carne y listo, delicioso. Otro plato es mi famosa sopa de ajo, recuerdo a mi hermano y mi cuñada cuando recién llegaron a USA y me vieron tomando mi sopita feliz, casi se mueren, mi hermano hasta hoy me jode con mi sopita de ajo, aquí la receta…hiervo una taza de agua, le tiro un cubito de caldo Knorr y unos diez dientes de ajo, buenaza, bien calientita no saben, se me hace agua la boca. Mi otra especialidad, pollo al sillao, compro un paquete de seis piernas de pollo deshuesadas y sin piel, las tiro en la sartén y las cocino a fuego lento con un chorrito de sillao hasta que estén fritas,…como ven mis especialidades prácticamente se preparan solas.
Aunque el otro día si me consagré, me hice un aguadito de rompe y raja, pero como comprenderán use mi sobrecito mágico, osea aguadito instantáneo, lo recomiendo a todos los que no cocinen, queda verídico, tiran todo a la olla y se prepara solo y sabe delicioso, no saben, quedé como una reina que hasta ya creen que cocino, pero fui sincera y enseñé el sobre, cuando vaya en Abril a Lima me voy a traer unos veinte para todo el año.
No se equivoquen me encanta comer, pero a la vez mi lucha constante con mi peso me aleja de la cocina, cada vez que me visita mi hermano abre el refrigerador y se pone a renegar porque no tengo nada, pero es la mejor forma de no tragar, eso sí lo que no nunca me falta son huevos, leche, jugo de naranja y espinaca, lo sé mi refrigerador es un cuadro triste, pero es mi forma de ayudarme. Cocinar no me nace, no es mi fuerte, yo te lavo los platos te limpio la casa, pero cocinar ni hablar.