Mi hermano ludópata
Maldita la hora en que los casinos invadieron Lima,
cuando me las piqué en 1994 creo que había uno o dos, pero cuando regresé a Perú después de ocho años oh sorpresa, los casinos estaban uno tras otro en la avenida la Marina y luego mientras más me movía por Lima los encontraba en todos lados con sus carteles de neón y sus estructuras una mas huachafa que la otra, horrible. A estas alturas estoy segura de que todos conocemos a un adicto al juego ya sea en nuestra familia directa o algún amigo o conocido. A mi me tocó mi hermano mayor, el hombre está jodido y me apena mucho pero siempre sucumbe al maldito juego, está ciego, todo lo que gana lo tira a las máquinas, pierde la noción del tiempo, se amanece a cada rato, nunca tiene un sol, pica a todo el mundo, la verdad que es triste ver a mi hermano en esas condiciones, es profesional y no le falta trabajo, pero de que le sirve. He tratado de ayudarlo regalándole libros de autoayuda, otros espirituales, pero le entra por una oreja y le sale por la otra, lo cierto es que el querer cambiar tiene que salir de él mismo, nadie puede ayudarlo. Ojalá un día reaccione y pare de jugar, al menos es soltero y sin hijos, pero igual hace sufrir a mis viejos y es un mal ejemplo para los sobrinos, maldito vicio.
cuando me las piqué en 1994 creo que había uno o dos, pero cuando regresé a Perú después de ocho años oh sorpresa, los casinos estaban uno tras otro en la avenida la Marina y luego mientras más me movía por Lima los encontraba en todos lados con sus carteles de neón y sus estructuras una mas huachafa que la otra, horrible. A estas alturas estoy segura de que todos conocemos a un adicto al juego ya sea en nuestra familia directa o algún amigo o conocido. A mi me tocó mi hermano mayor, el hombre está jodido y me apena mucho pero siempre sucumbe al maldito juego, está ciego, todo lo que gana lo tira a las máquinas, pierde la noción del tiempo, se amanece a cada rato, nunca tiene un sol, pica a todo el mundo, la verdad que es triste ver a mi hermano en esas condiciones, es profesional y no le falta trabajo, pero de que le sirve. He tratado de ayudarlo regalándole libros de autoayuda, otros espirituales, pero le entra por una oreja y le sale por la otra, lo cierto es que el querer cambiar tiene que salir de él mismo, nadie puede ayudarlo. Ojalá un día reaccione y pare de jugar, al menos es soltero y sin hijos, pero igual hace sufrir a mis viejos y es un mal ejemplo para los sobrinos, maldito vicio.
6 Comments:
Yo también tengo un tío que para en los casinos y es un tremendísimo vago, cuando nadie le da plata opta por llevarse algo de la casa, creo q todo se debe a que toda la vida lo han sobreprotegido mucho y no ha madurado, ojalá tu hermano cambie ;)
1:58 PM
es terrible yo conozco a varios
es increíble que no se den cuenta de que es un negocio más que rentable y que nunca llegará el golpe de suerte.
4:03 PM
que pena marea
que pena
4:39 PM
Pucha Marea, ese tema es mas bravo que la droga en algunos casos, la verdad es que la unica forma de curarse es sacandolo a un sitio donde no haya casino, por que como esta permitido no hay forma que en cada avenida encuentre uno disponible, de veras es un cancer, yo tenia un jefe que ya tenia gastados unos 45,000 de su tarjeta, el huevas ganaba 17,000 soles dirigiendo una institución publica y pagaba cerca de 12,000 en la tarjeta, al yerno ya le habia pelado 15,000 mas o menos... la cosa es que no tiene cura el tema, es bravisimo... fuerza nomas
7:52 AM
Que bravo! Yo tb maldigo ese vicio, siempre suelño pelear con mi vieja por eso y es bien, peor bien jodido.
Tuve un pata que le entró a lo mismo. Tenía una chamba mediocre, mujer e hijo y lo perdió todo. Absolutamente todo. Gracias a dios, creo que ya la moda le pasó, ahora vive en mi jato y empieza una vida más normal. Pero no es lo mismo, no tienea su hijo a su lado.
7:35 PM
Cool blog, interesting information... Keep it UP » »
5:42 AM
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