Visa Para Un Sueño

Caminaba apurada, mi cita es a la 1.55...faltan quince, pensaba mil cosas en el camino,…por fin llegó este día después de tantos años, recuerdo cuando llegué con mi visa de turista a USA igual a la canción de Juan Luis Guerra, Visa Para Un Sueño, me vine a USA con cuatro mil dólares, los ahorros de mi vida y mis dos maletas, mi ropita, mi virgencita glow in the dark que me compró mi mamá, mi piedra sagrada que recogí cuando fui al Sr.de Qoyllur-Rity y otras cositas que en ese momento pensaba necesitaría, venía a quedarme si o si, porque en Lima la cosa estaba fea con Fujimori y el terrorismo que continuaba, aparte el ser lesbiana, yo ya no podía seguir viviendo una mentira en casa, la doble vida me estaba matando lentamente, y no imaginaba salir del closet, tenía que irme de la casa paterna no tenía otra opción, y fue así que me tiré a la piscina, como muchos lo hacen, me despedí de mi gente sin saber en el fondo cuando los volvería a ver, todos lloraban ese día yo me aguantaba las lágrimas y les decía tratando de hacerme la graciosa “ya paren de llorar porque me quedo,” o “caray no me he muerto tranquilos,” pero nada los consolaba, mi mamá estaba destruida. Me despedí así un 29 de Mayo de 1994, las últimas caritas que divisé desde la entrada al terminal en el Callao fueron la de mi viejo y mi hermano el gordo, los dos destrozados, ellos tampoco sabían cuando me volverían a ver y talvez presentían en el momento de la despedida que íbamos a tener que esperar ocho años, para volver a abrazarnos. Fue un viaje largo y solitario, aterricé en San Francisco una tarde soleada y mientras el avión bajaba lentamente divisaba la bahía a través de la ventanita y pensaba "tiene que irme bien," me esperaba la gringa, mi pareja de entonces, mujer a la que había conocido una noche en la disco de vacaciones en San Francisco, fue un flechazo instantáneo, ella luego me dijo ven a USA yo te ayudo y yo no lo pensé dos veces, renuncié a mi chamba y salí del país, en realidad yo no sabía quien era la gringa, solo habíamos compartido dos fines de semana, una cosa de locos de juventud, de lo único que estaba segura era del sentimiento que tenía dentro de mí esa corazonada de que todo iba a salirme bien y así fue no me equivoqué, todo me salió bien, la gringa hoy es mi hermana y sí que me ayudó. El 24 de este mes juramento y me hago ciudadana de los Estados Unidos, todo este trámite y mi entrevista de ayer me hicieron pensar en todos estos años por acá, en cuánto deseaba tener mis papeles en regla en los años en que todavía no era residente, ir a juramentar era una visión que tarde o temprano iba a convertirse en realidad. Me excita la idea de que voy a poder votar en las elecciones locales de Noviembre cosa importante porque este país con Bush y sus secuaces se está yendo a la eme, también me alegra la idea de tener pasaporte gringo no más sacadera de visas para ir a Europa por ejemplo cosa que me pasaba con el pasaporte peruano, aparte si regreso a Lima me puedo quedar el tiempo que me de la gana sin miedos de perder el status...algo de lo que si estoy segura es de que cuando escuche el himno de los Estados Unidos nunca se me va a poner la piel de gallina ni los ojos se me van a aguar como cuando escucho el himno nacional del Perú.