PROPAGANDA

El fin de semana pasado tuve que cruzar el puente que conecta San Francisco con Oakland, serían las cinco de la tarde y el tráfico estaba jodido, al menos aquí el olor del monóxido no es como en Lima que termino con dolor de cabeza. Cuando estoy atrapada entre la masa de carros no me queda más que mirar a los alrededores y me puse a ver los billboards a uno y otro lado de la carretera, la atracadera de carros recorría no más de dos kms. y tomé fotos a mas de treinta billboards, uno tras otro y eso que la mayoría que tomé fueron del lado de mi ventana, más los del otro lado imagínense. Vivimos bombardeados de propaganda agresiva, por todas partes esos mensajes de compra, compra, compra me tienen enferma, sobre todo ahora que estoy en todo el shopping previo viaje, la verdad que me he convertido en una consumerita, recuerdo que cuando vivía en Lima me compraba ropa de vez en cuando, ahora un polito por aquí una cosita por acá y así pues me infecté y eso que no me considero una compradora compulsiva y aparte sólo compro en super ofertas (típica justificación) porque tengo amigos que lo son y estoy lejos de ser así, pero igual es fácil caer en la adicción de las compras sobretodo porque es un antidepresivo eficaz, por unos segundos claro, the immediate reward. A veces cuando me veo atrapada en el tráfico hago fuerza mental para no leer los billboards, como cuando paso por el túnel y me aguanto la respiración, en este caso miro de frente, pero carajo son una joda, semejantes letrerazos te los zampan en la cara, en fin son estos tiempos. De todos los fotografiados me quedo con el de John Lennon, ubicado en las paredes de la cárcel.

VIOLENCE HURTS ALL. RESOLVE TO STOP IT.

Fotos: Marea