¿Quién no ha tenido o tiene esa tía o tío? Sí, la que los visita una o dos veces al año y viene cargada de regalos, a no ser que sea devota de la virgen del codo. De chica yo no tuve la suerte de tener una tía así pero cuando estaba en el colegio varias de mis compañeras tenían esas tías, recuerdo cuando traían sus cartucheras nuevas diferentes, los lapiceros, lápices con escarcha, stickers en fin chuchería y media que cuando uno es chico como babea, yo soñaba con una tía en USA pero no me tocó una que viviera permanentemente por esos lares, de vez en cuando mis tíos viajaban y me traían cositas, y yo alucinaba con mis regalos y ahora veo que mis tíos eran buena honda porque la verdad ellos no tienen ninguna obligación de traerle regalos a nadie, las cosas cuestan por más pequeñeces que sean.
Pasó el tiempo y esa tía que vive en USA ahora soy yo, ya tengo mi boleto y este año pasaré las fiestas con la familia, ya me quedan 2.5 meses para comprar, y aunque me encanta llegar con regalos para todos ir de compras me aburre y me entra un stress horrible de pensar, ¿le gustará? ¿le quedará?, esto para mi papi, esto para mi mami, para mi hermana, etc, etc. A estas alturas tengo mi táctica de que cada vez que veo algo BBB, bueno-bonito-barato para alguien lo compro y lo tiro en el rincón de mi closet, lo hago así para no gastar de un tirón y quedarme sin un ojo de la cara, de a poquitos no se siente, y ya la montaña del rincón está en algo. Todos me dicen en Lima “no te preocupes lo importante es que estemos juntos,” y yo no puedo con mi genio, ¿cómo voy a llegar sin nada? !imposible! Sobre todo me gusta engreir a mis viejos, mi hermana, hermano y mis sobrinas, por suerte solo tengo tres, fiuuu. Hoy saldré a patonear y bucear en las tiendas ojalá tenga suerte, cuando voy de compras sólo tengo dos horas de resistencia, después de las dos horas me siento como si drácula me hubiera chupado la sangre y camino inerte por los pasillos sin energía alguna, siempre voy con toda la intención de comprar algo para la familia en Lima y a veces soy yo la que salgo con algo nuevo, “es que estaba lindo y en oferta,” el viejo cuento. El día tan esperado del viaje a Lima un poco más y me da hernia la cargadera de las maletas, vivo en un tercer piso sin asensor así que se imaginarán, llego a Lima destroncada y mismo ekeko, ahora no se que voy a hacer pues las aerolíneas pendejetas han reducido la cantidad de kilos por pasajero, que tal roncha y el pasaje cuesta más, pero a quién te vas a quejar, grrrrr, ni modo ya nos metieron la yucaza. Cruzaré los dedos por una tarde de shopping fructífera todo sea por ver las caritas de alegría a mi gente.