El Perro Suicida
Esta es la historia real de un perro que se suicidó.
Cada vez que mi mamá me la cuenta los ojos se me llenan de lágrimas.
Yo también estoy de vuelta en el college y esta vez tomando clases que me satisfacen, Laney College queda a unas ocho cuadras de mi depa, es un college comunitario así que no es caro, cada unidad son $26, y las clases varían de media unidad hasta cuatro, estoy tomando tres clases por ahora. A Laney me gusta sacarle el jugo, lo había dejado por un tiempo cuando fui a la U, pero ahora estoy de regreso. La semana pasada comenzó el semestre, fui al departameno de arte y me di con este letrero e intrigada seguí la flecha. Laney es una masa de concreto y ladrillos bastante aburrida así que caminé pensando en como sería el edificio nuevo del depa de arte, y que buena sorpresa me di, para qué está bien bacán, los profes estaban recontentos enseñándonos el nuevo edificio, que suerte la mía que me tocó estrenar, ojalá compren nuevos caballetes porque todavía siguen los que dejé hace cinco años, pero en fin este nuevo pabellón es un milagro considerando que este college no es privado, es como el college del pueblo.
El edificio viejo de Arte, feo.
Los lockers de colores me pasaron de vueltas.
Este nuevo edificio está lleno de colorido por dentro y por fuera.
Esta es la entrada principal.

En mi trabajo tenemos muchos clientes de las islas Filipinas, gente buena honda un histérico o huevonazo de vez en cuando como en todas partes, la verdad me caen super bien, y siento que tenemos mucho en común con ellos, como ser católicos y el haber sido colonia de España, ellos también estuvieron bajo el mando de USA, y aunque nosotros “no,” ejem, ejem, estamos tan familiarizados con USA como ellos. Una de las cosas que me llama mucho la atención son sus nombres y apellidos, me llaman tanto la atención que tengo una libretita especial en la vengo apuntando nombres por años, la lista se ha hecho interminable pero, aquí les van algunos:
Nunca olvidaré mi primera cometa o papalote o como le digas, era domingo en Lima y toda la familia paseaba en el carro de papá, recuerdo que paramos a comprar las cometas en la avenida Benavides, en el parque Reducto, habían aviones, estrellas, barriles, pavitas y pañuelitos, colgadas como si fueran ropa en una azotea. Mi hermano mayor se escogió un avión con los colores y el símbolo del equipo de fútbol de la U y yo escogí una pava de tamaño mediano era mitad anaranjada y midad blanca y lo hice porque tenía la cara de Topo Gigio pegada en el medio, yo era hincha de Topo Gigio.
Las cometas desde ese entonces me acompañaron todos los años, tuve toda clase de cometas, aviones, barriles, pañuelos y hasta me hacía esas de papel que eran chiquititas y en vez de pabilo usaban hilo.
De adolescente la situación cambió y volar cometa se convirtió en un refugio, llegaba del colegio a casa, me cambiaba y me subía al techo a volar mi cometa, para entonces tenía un barril de tamaño mediano tirando para grande con una colota de trapo, lo ponía a un extremo del techo paradito, yo caminaba hacia el otro extremo y esperaba un ventarrón, cuando finalmente ocurría jalaba el pabilo fuertemente, el barril subía, le soltaba otro poquito de pabilo y volvía a jalar, tenía que hacerlo sin correr puesto que estaba en el techo de la casa y no había espacio, puro brazo, así poco a poco, jala y suelta, jala y suelta el barril se elevaba hasta que agarraba buena altura y estabilidad, entonces yo me sentaba y lo contemplaba hasta que empezaba a oscurecer y tenía que bajar a fingir que estaba haciendo mis tareas.
En la temporada de cometas me encantaba cuando desde el techo veía hartas cometas flotando entre los techos polvorientos y el cielo gris de Lima, a veces veía pavas gigantes peleando la una contra la otra, a esas las volaban los muchachos del barrio.
Fotos: Pinturas de Marea.
Regresé de nadar a las 7:15 a.m. y me senté a tomar desayuno cuando de pronto veo esta ardillota por la ventana, un poco más y se sienta conmigo a ver las noticias de la mañana, como comprenderán sobrepuchero fui corriendo a traer la cámara, la ardillita ni fu ni fa mientras le tomaba las fotos, mas bien de rato en rato me miraba como diciéndome "mai" y seguía tragando la pendenciera, como ven es un ardillón, esa foto la tomé desde la ventana del baño y la verdad se le ve inmensa. En Lima no había ardillas cuando era chica pero ahora cuando visito veo ardillas plomas en el parque que queda al frente de mi casa, mi viejo las alucina y se muere por tomarles una buena foto pero ellas siempre salen disparadas y lo dejan con los crespos hechos, le enviaré estas fotos para que sonría. Me gusta cuando algun animalito me sorprende siempre y cuando no sea una rata o un oso hambriento claro está. TGIF XD


Siempre llamaron mi atención estos angelitos, me hace gracia verlos llorar desconsolados, y no es que sea una sádica, pero no puedo evitar sonreir al verlos, parecen vivos los veo dándose de cabezasos, tirando puñetitos al vacío, jalándose los pelos de tristeza, en fin no es para menos pues están llorando la muerte de Cristo.
Estos angelitos son importantes en el mundo del arte pues representan los inicios de la pintura tridimensional algo que se le atribuye a Giotto (1267-1337), pintor y arquitecto Italiano, fue él quién no sólo le dió peso y volúmen a sus personajes, sino que también los llenó de emoción humana. Los angelitos forman parte del fresco Llanto Sobre El Cristo Muerto (1305) ubicado en la Capilla de los Scrovegni cerca de Padua, la que Giotto terminó de pintar ese mismo año con frescos sobre el Evangelio, tema de moda en esas épocas. Si quieres saber más de Giotto lo googueleas, yo sólo quería compartir la imágen de los angelitos con pataleta que no se por qué me ha estado revoloteando la cabeza últimamente.

Alex Grey, uno de mis pintores favoritos, nació en Columbus, Ohio el 29 de Noviembre de 1953, así que tiene actualmente 52 años, jovenazo. Criado en una familia de clase media, su padre era diseñador gráfico, por lo que Alex comenzó a dibujar desde muy temprano. Estudió en el Columbus College Art and Design por dos años, luego fue al Boston Museum School donde conoció a su esposa Allyson Rymland Grey. Durante este periodo grey tuvo una serie de experiencias místicas que lo transformaron. La pareja Grey hizo muchos viajes con LSD, obviamente estos viajecitos con LSD influyeron mucho en el arte de Grey.
Grey pasó cinco años en la escuela de Medicina de Harvard trabajando en el departamento de anatomía, estudiando el cuerpo humano y preparando cadáveres para la disección.
También trabajó en el departamento de Mind/Body Medicine con el Dr. Herbert Benson y el Dr. Joan Borysenko, haciendo experimentos e investigando energías curativas sutiles.
Los temas de la muerte y la trascendencia del ser aparecen constantemente en las pinturas de Grey.
Grey dice, en una sociedad en donde se trata de que la gente piense lo mismo, la individualidad no es apreciada.
Reconozco el privilegio de estar vivo y ser parte de un cuerpo humano en este momento. (Grey)
Los niveles de vibración, las dimensiones y la interconexión son infinitas. No hay nada independiente. Todos los seres y cosas que existen residen en tu conciencia. (Alex Grey)
Imágenes:




Fotos: Marea






Fotos: Marea
El primer encuentro con una obra de Alex Grey lo tuve en Lima, estaba caminando en la avenida Larco cuando me tropecé con un pata que vendía posters, me puse a mirar lo que tenía y me encontré con "Theologue", me quedé maravillada, no podía dejar de contemplarlo y compré el poster al instante, esta pintura me decía cosas del espíritu, de la evolución del ser, me decía cosas bonitas, profundas, trascendentes, encajaba con mi forma de pensar. Aquí comparto algunas de sus pinturas y lo que él tiene que decir sobre ellas.
"Holy Fire" o "Fuego Bendito" es parte de un tríptico ejecutado en el año 1986-87, "El peregrino en busca de su espíritu llega a la cima de la montaña, y su energía kundalini, el poder de la serpiente empieza a ascender con él. El caduceus o espada curativa es internalizada." (Alex Grey)
Sistema de Energía Psíquica, 1984, Acrílico 84 x 86 pulgadas.
Muriendo, 1990, Oleo, 60 x 44 pulgadas.
Rezando, 1984, Oleo, 48 x 36 pulgadas. "Rezando es un retrato que revela al sol en el corazón de la mente. Desde la luz interior del centro del cerebro, un halo emana y rodea la cabeza. El halo tiene escrituras y signos de contemplación de seis diferentes caminos: símbolos Taoístas del Ying-Yang, una descripción de la magnitud de Brahma del Hinduismo, la palabra de la fe Judía, un mantra Budista Tibetano, palabras de Cristo en latín, una descripción de Alá y una oración Islámica. Quice representar la raíz de la luz que trasciende, une y se manifiesta en varias religiones y caminos. " (Alex Grey)
Oración del Artista: Creador del Universo, Qué infinito y deslumbrante son tus mundos, Gracias, por tu arte sagrado y presencia reparadora. Imaginación divina, perdona mi ceguera y abre todos mis ojos, revela la luz de la verdad y deja que la belleza original guie cada pincelada.
Theologue, 1986, Oleo, 180 x 60 pulgadas. "Estando en una profunda meditación entré a un estado en el que todos los sistemas de energía de mi cuerpo estaban completamente alineados y fluyendo, y fue en ese estado en el que envisioné Theologue - la unión de la conciencia divina con la humana, tejiendo la red que forma el espacio y el tiempo en el que el ser y lo que lo rodea están entrelazados. Estaba viendo en la total oscuridad y pude ver un infinito de redes eléctricas que irradiaban de mi cerebro/mente y se expandían al horizonte. Un fuego místico me rodeó y a través del horizonte solo podía ver líneas que se perdían en la inmensidad del espacio. Estaba viendo las dos cosas, mi mente y la mente universal entrelazadas y fue en este momento que las montañas Himalayas aparecieron, transparentes, pero presentes, se formaron haciendo un hermoso panorama en donde desaparecían las redes eléctricas. (Alex Grey) http:alexgrey.net
www.alexgrey.com
En el post que hice de la luna llena, Monarcaxx comentó que a veces en verano se les ve a la luna y al sol al mismo tiempo...y recordé. Hace unos años en Lima era verano y me desperté antes de que salga el sol, ver amanecer me encanta, caminé hasta la cima del cerro, la luna estaba llena y flotaba sobre el mar, inmensa, silenciosa, hermosa, al este los rojos y naranjas teñían el cielo anunciando la salida del sol, el cual lentamente empezó a levantarse, el cielo estaba despejado y las montañas parecían castillos rojos, yo contemplaba atónita el espectáculo, cuando de pronto el sol y la luna estaban frente a frente y yo estaba justo en medio de los dos, o al menos así lo sentí, yo era como un prisma y los rayos del sol y la luna se reflejaban a través de mi ser, un momento místico, esos que la naturaleza nos regala de vez en cuando, no se cuanto duró, pero esa experiencia marcó mi vida. Siempre me ha gustado el arte y hago mis cositas de vez en cuando, tal fue mi impresión que quice plasmar aquel momento en esta acuarela que comparto. Recordar es volver a vivir.
El Sol se ocultó en el Pacífico, ahora era el momento de ver salir a la Luna, que aunque hoy le toca estar llena ya desde ayer se le vió hermosa. En los inviernos de Lima casi me volvía loca, no existían ni el Sol, ni la Luna, ni las estrellas y si el Sol aparecía era una bola pálida, incandescente flotando entre la niebla, recuerdo que viajaba a la sierra dos o tres veces entre los meses de Junio y Octubre, uno de los motivos de mis viajes era el poder ver el cielo, disfrutaba verlo en todo su esplendor, luna brillante, estrellas fugaces, constelaciones, ahhh, nunca olvidaré el cielo que vi en Amantani, una isla en el lago Titi-Caca, recuerdo que estiraba mi mano y saltaba porque sentía que podía tocar el cielo, habían tantas estrellas que eran como una nube de brillantes, regresaré. Ayer me subí al techo y tomé estas fotitos para que los limeños atrapados bajo ese colchón de nubes recuerden lo hermosa que puede ser la luna llena.
Fotos: Marea